martes, 4 de abril de 2017

Mi dieta cancerígena

Una instantánea de mi nevera.
Aceptar la enfermedad es algo muy duro. Aceptar la propia y convivir con ella es un trabajo ímprobo, pero a veces es incluso más complicado asumir la enfermedad de los demás. Entender que a veces esto es una "gafelotería" (como yo la llamo) y que nadie está libre de poder salir "premiado" es algo que, cada vez más, me doy cuenta de que es muy difícil de asumir por muchas personas.

Yo cada vez hablo con más naturalidad de mi enfermedad. Ya no me cuesta reconocer que estoy enferma y que un cáncer en mi fase no tiene cura. Y quizás eso es lo que lleva a un mayor número de gente a hacer de "oncólogos de sobremesa"... Cada vez más, hay gente que me pregunta

¿Y no has cambiado la alimentación?

Una pregunta que, aparte de ser disparada a bocajarro y sin previo aviso, me llena de múltiples interrogantes:

  • ¿De verdad sabes lo que como diariamente como para hacer un diagnóstico tan rápido y asumir que tengo que cambiar mi dieta?
  • ¿Dónde tienes el título de nutricionista, enfermero, médico, oncólogo?
  • ¿En qué te basas para recomendarme cambiar de dieta sin saber mi dieta inicial?
  • ¿Qué hábitos alimentarios me recomiendas para "combatir" mi cáncer? Porque me han recomendado macrobiótica, dieta vegana, dieta cetogénica, paleodieta... Y es imposible combinarlas todas.
  • ¿En qué evidencia te basas para recomendar una dieta para combatir el cáncer? 
  • Esa supuesta dieta milagro ¿sirve para todos los tipos de cáncer o solo para algunos?
  • ¿Y en todos los estadios?
  • Y lo que es todavía pero ¿No estarás insinuando que estoy enferma por llevar una mala alimentación?
Esos, y algunos más que se me ocurren otras veces. No tengo que dar explicaciones a nadie, pero ya puestos, te voy a contar mi dieta, a ver qué te parece. En mi casa
Mi compra semanal de fruta y verdura.
En realidad esto lo compré el sábado y hoy
he vuelto a ir y he comprado otros 10 kilos
de fruta y verdura.
  • Comemos muchos hidratos de carbono en forma de legumbres, pasta, arroz, cereales, patatas, etc. Lo combinamos con salsa de tomate casera, en guisos con verduras, y algunas veces en guisos con algo de carne o de pescado. Siempre compramos pan, pasta y arroz integral.
  • Comemos mucha verdura y mucha fruta. Siempre que puedo voy al rastrillo y compro unos 15 kilos de fruta a la semana y otros 15 de verduras. A veces incluso más. En temporada de fresas nos podemos comer entre todos unos seis kilos de fresas a la semana, por poner un ejemplo.
  • En nuestra despensa hay siempre verduras en conserva/congeladas para poder comer un primero de espárragos, menestra, guisantes, espinacas, etc.
  •  Normalmente compro, como muchísimo, unos dos kilos de carne a la semana para toda la familia (5 personas). Intentamos priorizar la carne blanca. 
  • El pescado nos cuesta algo más, pero lo vamos metiendo en guisos (patatas con sepia, fideuá) o en platos de pescado únicamente. A mí me encanta y lo suelo comer más a menudo que el resto. 
  • En cuanto a otras proteínas, tomamos lácteos a diario en el desayuno y normalmente una docena de huevos o docena y media (camperos o ecológicos) a la semana para todos.
  • Intentamos evitar toda la bollería industrial y cereales de desayuno azucarados. Hemos desterrado el colacao y la nocilla. Lo cambiamos por cacao sin azúcar y como opciones para meriendas y almuerzos, además de frutas o bocadillos, proponemos frutos secos. De vez en cuando hacemos repostería casera como magdalenas, tortitas, gofres, etc. siempre intentando minimizar el uso y consumo de azúcar. 
  • Tratamos de evitar al máximo los alimentos procesados o precocinados. Usamos la fritura como técnica de cocinado muy ocasional e intentamos dar más uso al horno. 
  • En nuestra casa no hay zumos, batidos o refrescos azucarados. Cuando tomamos algún refresco intentamos que sea sin azúcar. Nos gustan los smoothies de ftuas. Los yogures también los tomamos naturales y sin azúcar. 
  • Como caprichos ocasionales tiramos de patatas fritas o algún otro snack intentando que sea sin aceite de palma.
Y sí, salimos a comer fuera. A veces incluso comemos en McDonalds o Burguer King. De vez en cuando nos comemos un bollo industrial o dejo que los niños tomen un zumo azucarado en un cumpleaños. Yo reconozco que tengo debilidad por el dulce. Por eso no lo compro y no lo tengo en casa. Cuando salimos a comer fuera o acudimos a alguna celebración sí suelo pedir algún postre dulce. Las chuches en nuestra casa se comen siguiendo la siguiente pauta: una o ninguna.

Así pues, obviamente, podría tener otra tendencia alimentaria, como ser vegetariana o vegana, pero considero que mi alimentación está bastante "currada" y "medida" y nos ha costado camino perfeccionarla. No creo que mi enfermedad esté derivada de una mala alimentación ni creo que si hubiera tenido otros hábitos alimentarios me hubiera librado de enfermar.

También conozco muchas personas que se alimentan únicamente de pasta, arroz y platos procesados. Que no comen ni frutas ni verduras. Y ahí están, tan sanos.

Así que, por favor, no asumas ni que como mal ni que mi enfermedad se deriva de una mala alimentación. Y no, no he cambiado de alimentación, porque considero que está bastante bien tal y como está.

En la época de Internet y de los "gurúes" es fácil cruzarse con artículos que destacan las bondades anticáncer de tal o cual alimento. Por ejemplo, la cúrcuma. Hay hasta quien se atreve a decir que en la India no se usa la quimioterapia y que se tratan los cánceres con cúrcuma (que exóticos ellos), aunque Google tenga una opinión distinta al respecto. Pero la realidad es que los estudios que proclaman sus bondades no están contrastados (sus resultados no se han reproducido en estudios similares), no se absorbe bien por su consumo oral y los estudios que hay como suplemento alimenticio lo único que han conseguido establecer es una "cierta mejoría" en los efectos secundarios, pero no en la evolución del cáncer o en la supervivencia de los pacientes.

En la época de Internet y de los gurúes es fácil encontrarse con libros, charlas y cursos sobre alimentación para prevenir el cáncer. Yo sigo a muchos perfiles de nutricionistas en Instagram (sobre todo) y en otras redes sociales. Me gusta ver sus consejos y cómo puedo aplicarlos para mejorar mi alimentación. Hace poco debatía con una de ellas sobre su oferta de cursos sobre alimentación anticáncer. Le decía que hay que comer "sano" porque es lo óptimo para nuestro cuerpo, porque ayuda a que nuestro organismo funcione adecuadamente, y probablemente nos libre de enfermedades por sobrecarga de azúcar como caries o diabetes, de hipertensión y de otras enfermedades probadas. Pero lo que no podemos vender es que determinada dieta previene el cáncer porque no es cierto. Porque no hay ningún estudio ni evidencia que lo demuestre. Porque el cáncer es una enfermedad multifactorial que no depende solo de la alimentación, sino también de la genética y el entorno.

Obviamente, hay alimentos cuyo consumo aumenta la posibilidad de enfermar de cáncer. Las carnes rojas, por ejemplo, o las procesadas. La OMS realiza un listado al respecto. Este enlace de El Mundo está muy bien para informarse. Curioso que haya menos evidencia de los posibles efectos cancerígenos de la sacarina que del aloe vera. Es decir, que el aloe vera es "potencialmente" más cancerígeno que la sacarina... Pero encontrarás por ahí un montón de información "natural" demonizando a las sacarinas y poniendo por las nubes al aloe vera. 

En  fin, entiendo que, como herramienta de márketing, la denominación "anticáncer" sea un reclamo perfecto. Todos queremos estar libres de enfermedad. Pero no considero que sea ético vender falsas expectativas a la gente. Que hay quien quiere creer que por llevar determinada dieta se var a ver libre de una enfermedad, por mi perfecto... Como si creen que por ir a misa, rezar mucho y ser muy piadosos van a estar libres de cáncer. Pero lo que me fastidia (aunque en realidad me j**e) es que esas personas se sientan con la potestad de venir a darme chapas de por qué he enfermado y qué puedo hacer para curarme.

Pues, de verdad, os agradezco el esfuerzo porque siempre asumo que viene de vuestro afán generoso de verme mejor, pero conmigo esa "moto" tiene pocas posibilidades de ser vendida. No funciona. Y si queréis creer que podéis hacer algo para evitar la "gafelotería" y eso os hace más felices, por mi estupendo, pero no vengáis a darme lecciones sobre el tema porque ni me sirven ni me aportan y, a veces, dependiendo de cómo estén formuladas, hasta me encabronan... Y el encabronamiento es 100% seguro que no puede ser bueno para mi enfermedad, je, je.